Salvo giros del destino, encontrar en tu vida a quien tenga la facultad de hacer parecer mejor a todo lo que le rodea rara vez sucede. Quizá por haber tenido esa suerte, he dejado de buscar en la música sensaciones que antes se me negaban con las personas, y también quizá por eso cada vez me resulta más complicado escribir, describir las virtudes de un disco que antes buscaba desesperadamente sin saber encontrar con quién compartir.
Bueno… eso creía yo. He tropezado con un artista que tiene precisamente la facultad de que el mundo parezca mejor cuando sus canciones suenan de fondo. Escuchar su último álbum, el primero que llegaba a mis manos gracias a la recomendación de quien desde ese momento me demostró tener un gusto exquisito, produjo en mí esa sensación que en vano podría intentar describir. Belle & Sebastian es el nombre más recurrente y que mejor los situaría en el mapa de la música si sólo una referencia nos estuviera permitido citar (además son de Glasgow), pero si dejamos girar el disco, y más aún, si retrocedemos a sus trabajos anteriores (e irremediablemente nos preguntaremos dónde cojones estaban escondidos), un buen número de influencias se abrirán paso entre sus canciones: The Smiths, Richard Hawley, Divine Comedy, Jacques... todas las bandas escocesas que sean capaces de recordar y, si me permiten viajar mucho más atrás en el tiempo, Love y un álbum que últimamente no puedo borrar de mi subconsciente, "Forever Changes".
Canciones construidas con y para el piano, pop barroco, precioso y preciosista, la banda sonora de decenas de películas vistas y soñadas, escenas todavía por rodar de una vida empujada por ejércitos de cuerda, viola, violonchelo, violines, ritmos pregrabados, guitarras acústicas, todo está permitido dependiendo de las circunstancias. Y al frente, John Blain Hunt, dramatismo vocal, tan afectado como Morrisey e ingenuo como Stuart Murdoch, un crooner para los tiempos que corren.
Más que un puñado de notas, un estado de ánimo, un momento de nuestras vidas, y aunque tú y yo sabemos que la música no es la verdadera culpable, discos como "Helping Hands" hacen que todo a mi alrededor parezca mejor. Permítanme incluirlo entre lo mejor del año pasado.
Qué maravilla Coco! tiene esa mezcla que consigue Hawley de música de otro tiempo...cuando los Shadows se batian el cobre...y la melancolía Smiths. Que bueno es verte actualizado, te echo de menos, ya lo sabes...
ResponderEliminarHola amigo, vengo leyéndote desde mis suscripción en el reader hace algún tiempo pero no me había decidido a comentarte. Con permiso pues te acabo de añadir a mi blogroll. Me ha sorprendido muy gratamente esto, realmente aparecen muchas de las referencias que citas, y eso siempre es agradable. Saludos.
ResponderEliminarSeñor COCO me emociono al leerlo , con esa facilidad y a la vez virtud que tiene usted (perdone por el trato de usted , pero no puedo evitarlo) para describir y hacer sentirnos esa sensación tan añeja cuando se escuchan estas propuestas tan poéticas en estos años.
ResponderEliminarYo a Butcher Boy los descubrí hace escasos meses en el blog de Txarls http://musicismygirl.blogspot.com/ y la verdad es que tenía este Lp arrumbado por ahí sin llegar a escucharlo , es una dulzura escuchar ese tipo de Pop que a uno lo traslada sin querer a esos momentos de café , tres cuartos de lana escocesa y callejones desiertos. Es una sensación que no se bien si se debe a la edad , pero creo firmemente que aunque algunos piensen que es por la edad , la verdad es que son estilos que acaban ganando con los años; que es cuando realmente se mide la trascendecia de las propuestas musicales.
Auque no tenga nada que ver... no tengo otra manera de hacértelo llegar:
ResponderEliminarThe Waterboys, 20 de Abril, Escenario Santander
supongo que te gustará saberlo
Excelente recomendación, ha sido nombrar Hawley y he plantado las orejas. Coco, sólo por la canción de muestra me sobra para seguirte a pies juntillas. Hacia tiempo que no escuchaba a Belle & Sebastian, así que hoy empezaré con ellos para no sentirme demasiado siniestro. Y luego le hinco el diente a esta maravilla. Saludos
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