domingo, 22 de abril de 2012

The Waterboys - Espacio Santander - The thrill is not gone.


Como si el tiempo pasara para todos nosotros pero no para Mike Scott... ¿o, acaso no éramos unos niños cuando grabara ese puñado de canciones tan grandes que se ganaron el adjetivo de BIG MUSIC?, miro a mi alrededor y somos mucho más viejos que entonces, tan solo han pasado treinta años y él sigue siendo el mismo que protagonizaba las portadas de aquellos tres primeros discos mil veces soñados encima de un escenario. Pero no, no era demasiado tarde. Tan sólo han pasado treinta años y las buenas canciones nunca envejecen, ni los buenos rockeros, y si no que se lo pregunten a quien haya tenido la fortuna de ver a Willie Nile no muy lejos del lugar y, por supuesto, a todos los presentes en el Escenario Santander (“...a cool place in the underground”).

Cierra los ojos, respira profundamente y comenzaremos a buscar juntos en nuestro interior.... Los versos robados a una de esas canciones que te acompañan toda la vida, una canción de amor, tal y como la presentó Mike Scott, son los que mejor resumen el concierto de una gira bautizada An appointment with The Waterboys jugando con las palabras del título de su último álbum. Un viaje bajo la piel, recorriendo cada uno de sus poros, ese escalofrío con efectos secundarios que de niños llamábamos carne de gallina y ahora identificamos con la emoción, tú y yo, amantes, ladrones, locos y pretendientes. Un viaje de ida a 1982 y vuelta a 2012. Todo lo que tenemos que hacer es entregarnos.

Hay más público del esperado cuando tres días antes la venta anticipada apenas había dado sus frutos, el lugar presenta un casi lleno con caras poco habituales, nostálgicos que a buen seguro guardan entre sus recuerdos aquel vinilo con diez músicos en la portada, un público maduro, heterogéneo y portador, sin saberlo, de la fórmula química que metaboliza la magia a un lado y otro del escenario.
A las nueve y media, con puntualidad británica, dos canciones del disco que ha servido de excusa para volver a vernos de cerca son la introducción perfecta del show, los versos de William B. Yeats saldan una deuda pendiente de Mike Scott con el poeta irlandés, absolutamente concentrado, sin apenas levantar la mirada del micrófono, los recita como si le pertenecieran, “The Hosting of the Shee” y “News for the Delphic Oracle”, crecen en directo y se acercan a la ciudad de Londres recién comenzada la década de los ochenta, mucho tiempo antes de "Fisherman’s blues" y la efímera popularidad entre un público cuya estúpida memoria colectiva siempre asociará al folk, Irlanda, violines y mandolinas. ¿Y, acaso no son eso The Waterboys? Por supuesto, son un grupo de folk, y de country, y de soul, y de rock, y antes y después de todo hacían big music poseídos por el espíritu de Patti Smith, la poesía de Bob Dylan, el alma de Van Morrison y la libertad de Hank Williams.
La batería de Ralph (¿de dónde demonios ha salido, Dios mío?) nos despierta para siempre, no necesitamos seguir soñando, está sonando “Rags”, la energía after punk en aquel tiempo compartida con un tal Nikki Sudden de quien tomara prestado su saxofonista, Anthony Thistlethwaite, para formar una banda que terminaría por llamarse The Waterboys. “All the things she gave me” echaría de menos aquellos arreglos de viento de no ser porque Steve Wickham cubre ese espacio hipnotizándonos con su violín; “The Thrill is gone”, la canción más triste jamás escrita (“...hold on to your friends... if you have one”) es la tercera del mítico "A Pagan Place" y no, no es un sueño, Mike recuerda “A girl called Johnny” y Patti Smith palpita con cada golpe de un piano que sólo él sabe tocar así. ¿De verdad Wickham no estuvo presente en las grabaciones de aquellos discos? No te puedes imaginar “A girl in the swing” sin sus notas empujando el columpio invisible de esta preciosa canción de amor.
Sin descanso, y sin dejar de recuperar un pasado que no parece tan lejano, la acústica y el piano son nuestros únicos cómplices al abrazar, aunque no esté a nuestro lado, a la persona a quien cantamos “How long will I love you”, mientras haya estrellas sobre ti, y por más tiempo si pudiera. Es su manera de coger aire ante la descarga eléctrica de “Glastombury song”, como Neil Young exorcizando sus demonios, y dejarse el alma para reivindicar un descarte de las sesiones de "Fisherman’s blues", “Lonesome old wind”, el gospel que sólo Mike sabe por qué quedó fuera del disco, no dejes nunca de soplarnos.
“Mad as the mist and snow”, otra de las composiciones a medias con William Yeats, marca el ritmo de una lucha de máscaras que en anteriores giras utilizaba como campo de batalla “Be my enemy”, la recta final de una actuación que parece habérseles escapado de las manos. Se saltan el guión y nos muestran que por encima de cualquier otra cosa son una banda de rock, y rock‘n’roll es lo que nos hacen bailar mientras disfrutan “At the hop” tanto como nosotros haciendo los coros: - let’s go to the hop, oh baby, ahh, ahh, to the hop; nadie se lo esperaba, la banda, tan sorprendida como el público, tiene licencia para todo, James Hallawell toca el piano con los pies y Wickham olvida sus orígenes haciendo los coros hasta que el jefe le prohíbe acercarse al micrófono.
Sucede cuando la clase y la pasión confluyen, eso que... es tan difícil de describir... Mike Scott lo tiene, y se percibe cuando nos mira, cuando canta, cuando baila moviendo las piernas a punto de partirse en dos mientras chasquea los dedos, cuando toca la guitarra o se sienta al piano, cuando recita, cuando aúlla, cuando respira...
Estamos a punto de cerrar los ojos con la canción que The Waterboys nunca dejarán de interpretar porque nunca nos dejará de emocionar, “The Pan within” no quiere acabarse, y todo lo que tenemos que hacer es entregarnos, rendirnos, pero no tan pronto. Esto es el mar, es un lugar especial, y el primero de los bises comienza con “Don’t bang the drum”; antes de que los músicos vuelvan al escenario, la trompetas pregrabadas ya nos ponen sobre aviso y el vello de nuestros brazos delata lo que significó para nosotros un disco en blanco y negro que así comenzaba, el mismo que guardaba dentro de sí “The whole of the moon”, al principio irreconocible en una versión reggae para sorpresa, y disfrute, de quienes la hemos escuchado un millón de veces, hasta que se transforma y termina por estallar.
Los aplausos los devuelven al escenario y nos regalan una nueva visita a "Room to roam", el álbum olvidado tras la resaca del éxito, donde cantaba al amor porque, en sus propias palabras, las canciones de amor nos pertenecen, “A man is in love”, tan sencilla, tan perfecta, esa preciosidad que acaba como el rosario de la aurora con todos los músicos bailando en circulo antes de poner punto final, como no podía ser de otra forma, con “Fisherman’s blues”, pero ahora con todos nosotros girando en el sentido del violín de Wickham a la voz de one, two, three de Mike Scott, una y otra vez, una y otra vez...

Han pasado más de dos horas, el viejo viento no ha dejado de soplar. Es tiempo de recuperar aquellas canciones que nos hacían soñar hace ya tres décadas. Una noche que recordaremos mientras haya estrellas sobre nosotros.


Tan sólo me preguntaste si sabía lo que era el amor
por supuesto que lo sé, por supuesto que sé lo que es el amor
es el ladrón de mi sueño...
...vive en la chica del columpio


SETLIST
1. The hosting of the shee AN APPOINTMENT WITH MR. YEATS 2012
2. News for the Delphic oracle AN APPOINTMENT WITH MR. YEATS 2012
3. Rags A PAGAN PLACE 1984
4. All the things she gave me A PAGAN PLACE 1984
5. The thrill is gone A PAGAN PLACE 1984
6. A girl called Johnny THE WATERBOYS 1983
7. The girl in the swing THE WATERBOYS 1983
8. How long will I love you? ROOM TO ROAM 1990
9. Glastonbury song/Bright lights, big city DREAM HARDER 1993
10. Lonesome old wind TOO CLOSE TO HEAVEN 2001
11. The Raggle Taggle Gypsy FISHERMAN’S BLUES 1988
12. Mad as the mist and snow AN APPOINTMENT WITH MR. YEATS 2012
13. Be my enemy THIS IS THE SEA 1985
14. At the hop (versión de Danny & The Juniors) 1958
15. Has anybody here seen Hank? FISHERMAN’S BLUES 1988
17. The Pan within THIS IS THE SEA 1985
1er. bis:
18. Don't bang the drum THIS IS THE SEA 1985
19. The whole of the moon THIS IS THE SEA 1985
2o. bis:
20. A man is in love ROOM TO ROAM 1990
21. Fisherman's blues FISHERMAN’S BLUES 1988