lunes, 9 de mayo de 2011

Simple Twist of Fate


Se sentaron juntos en el parque
mientras el cielo de la tarde se oscurecía.
Ella lo miró y el sintió un cosquilleo en los huesos.
Entonces se sintió solo...


Este mes Robert Zimmerman cumple 70 años y yo me quiero unir a la fiesta. Nunca he sido un fanático del de Duluth pero sin rubor reconozco que es el más grande artista popular, músico, compositor, escritor, poeta y novelista, el más influyente, único (y mira que le han nacido sucesores y crecido imitadores). Sus canciones soportan mil interpretaciones (también es el más versionado, por supuesto) y escuchadas en su voz (¿alguien se atreve a decir que canta mal?) siempre suenan especiales. Folk, rock, gospel, blues, soul, country, pop, villancicos, americana… BOB DYLAN.

Hay cientos de dylanitas con infinitos conocimientos acerca de su persona y su obra como para permitirme la osadía de escribir nada original. Les remito a Joserra y su Rock’n’Rodri Land (todo el mes de mayo dedicado al próximo septuagenario y toda la semana a un disco en particular), organizador de una fiesta exposición que temo me perderé porque en la vida renunciar a pequeñas cosas es la única manera de disfrutar de lo más importante (haré todo lo posible porque no sea así); y si se quedan con ganas de más, Lou Rambler les cuenta cuales son sus diez de Dylan.
En lo que a mí respecta, por esta vez (quizá solo me atreva a repetir con ocasión del 80 cumpleaños), quiero sacar de dudas a quien pudiera pensar que Dylan no era santo de mi devoción. Es Dios.

Hablamos del mejor y más prolífico escritor de canciones. En calidad SÓLO Leonard Cohen se puede codear con su poesía y su capacidad para musicar historias, en cantidad, hace tiempo que es inalcanzable. Por tanto, la tarea de elegir es ¿imposible? Quizá las canciones de “Blonde on Blonde” sean las que más he desgastado, o quizá fuese “Highway 61 revisited” si lo tuviera que decidir en una fracción de segundo, el que siempre tienes en mente, “Desire” por ser el primero que tuve entre mis manos, “Oh Mercy”, el primero que compré, o “Slow train coming” porque siempre me gustó llevar la contraria, o “Time out of mind” cuando lo hago con las tripas... pero denme unos minutos para pensarlo y... me decantaré por “Blood on the tracks”. Su voz, el sonido de las guitarras acústicas, la rabia y la tristeza, la esperanza y la desesperación, el amor. Supongo que hay discos que se te presentan en el momento justo en el lugar adecuado.
Sus canciones las había escuchado separadamente, como cualquier mortal aun sin darse cuenta de ello, un par de cientos de veces, pero fue la primera vez que me tumbé (literalmente, en el campo, con los auriculares) para escucharlo de un tirón, desde “Tangled up in blue” hasta “Buckets of Rain”, que me quedé absolutamente prendado del álbum y, entre todas ellas, “Simple Twist of Fate” es de las que se te clavan, ¡hostia! Mucho tiempo después, no hace muchos meses atrás, me sentía protagonista y me gustaba recrearme en el dolor de cada verso, luchando por mantener la dignidad cada vez que una nueva escucha conllevaba el recitado de la última estrofa.

La gente me dice que es pecado
saber y sentir tan profundamente
Yo creo aun que era mi alma gemela, pero perdí el anillo.
Ella nació en la primavera, yo demasiado tarde
Tuvo la culpa un simple vuelco del destino.


Respecto a The Pan within, comentaba cómo cambian las canciones cuando parece que hubieran sido escritas por o para ti, cuando la historia deja de pertenecer a su autor para ser tuya. Es difícil de explicar, y me imagino que mucho más de comprender, porque muchas de ellas las tenía ya dentro incluso antes de que su letra corroborara mis sentimientos. No sucede muchas veces, pero cuando ocurre...

Mantiene Santi Campos (el lider de Amigos Imaginarios, el mejor grupo que hay en este puñetero país donde las revistas musicales se olvidan siempre de ellos a la hora de confeccionar listas) que el momento de las canciones es justo cuando las historias que cuentan ya nos han dejado de doler. Es el punto de vista del mejor compositor de... este puñetero país... No pretendo equipararme, pero cuando escribo un artículo en este pequeño escaparate relativo a mi persona, suelo hacer lo mismo: lo publico sólo cuando ya me ha dejado de doler.
Hace nueve meses no hubiera podido escribir sobre “Simple Twist of fate”. Ahora puedo escucharla, cantarla y no perder la compostura. Y lo que es mejor, ahora veo en “You're Gonna Make Me Lonesome When You Go” un precioso poema de amor donde antes veía una despedida, y me refugio en “Shelter from the storm”, yo que siempre había preferido calarme hasta los huesos, cada vez que -“ella dijo: pasa, te doy cobijo en la tormenta”.

Es la vida, el destino gira, muchas veces inesperadamente, y gira. Algunos de nosotros estamos condenados a encontrarnos, otros a separarnos cuando parecía que nunca fuera así. Él supo contarlo de manera que sus textos ya no le pertenecen, a nosotros nos toca vivirlo. Cuarenta años después, las canciones nos cuentan exactamente lo que ocurre ahora con palabras que no caducarán jamás.

Porque ese “simple vuelco del destino” ahora tiene una lectura positiva.

... él sintió que el calor de la noche lo arrollaba como un tren de carga
movido por un simple vuelco del destino.

7 comentarios:

  1. ¡Lo que se nos viene encima con Bob!XD

    Sus discos seguirán girando por los siglos de los siglos.

    ¡Saludos!

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  2. Nunca he sido de los que prestan demasiada atención a las letras de las canciones, pero en el caso de Dylan fue cuando empecé a fijarme en sus letras cuando verdaderamente comprendí lo grande, lo enorme que es este tipo. Entonces sus canciones pasaron de gustarme mucho a convertirse en verdaderas obras de arte que, como tú dices, no creo que ningun otro pueda alcanzar. Y lo cierto es que nunca he sido un dylanita, ni un gran cnocedor ni tengo toda su discografía ni mucho menos. Pero es que hay cosas que si amas esto de la música y del arte no tienes más remedio que conocerlas.
    "... sus textos ya no le pertenecen, a nosotros nos toca vivirlo. Cuarenta años después, las canciones nos cuentan exactamente lo que ocurre ahora con palabras que no caducarán jamás."

    Amén.
    Un abrazo.

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  3. Quería decir no tienes más remedio que reconocerlas...

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  4. Siempre me he fijado más en la música que en las letras con lo que Bob Dylan me ha costado más que otros artistas. Personalmente, el álbum que más me ha llegado a sido Desiré. Siempre ha sido y será mi álbum preferido de Dylan.

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  5. Coco!!al verte por mi beautiful place he vuelto por aquí a ver qué tal y mi comentario se evaporó el fatídico día, me ha pasado también con la vuelta de otro gran amigo a Blogger....comento con el corazón mil palabras y no sirve para una leche....
    Pero te decía, ya peor dicho, que ese fué el primer disco de Dylan que tuve...fué genial, porque fué con mi primer sueldo de niñera cuando estaba en 2º de E.S.O. , que serían ¿cuántos años? 14 o así creo; me colé en una tienda de discos de Huelva, que ya desapareció hace mucho y simplemente le dije "necesito algo de Dylan, escucho los dos discos de mi padre y necesito más"
    Me preguntó qué discos eran esos, contesté que mi padre tenía el Desire y el Highway 61 Revisited, y me dió éste, el Blood on the Tracks, y es más recuerdo que me dijo que era su favorito, por eso siempre me acordaré de éste hombre sin nombre que me vendió mi primera posesión de Dylan!! sobra decir entonces lo que puedo pensar de éste disco, estoy influencia sentimentalmente, pero creo que si no fuera así podría pensar lo mismo, un disco sobresaliente, que con temas como Buckets of Rain me hacen llorar de placer cada vez que lo escucho como si fuera la primera vez.
    Bueno, tras mi perorata, un fuerte beso!!!cuidate!!!

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  6. Precisamente el otro día que estuve con Santi Campos, cuando vino a tocar al Rubicón... hablamos de tí, me dijo si te conocía... le dije que en persona no, pero que la página sí.

    Grande Santi y su banda...

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  7. que gran post, macho. Si una persona nunca ha pensado que Dylan escribió "Simple twist of fate" para él es que nunca ha amado a nadie.

    Enhorabuena

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