Les juro que no he tomado nada, me basta su música para sentirme extraño, ¿encantado?, un raro bienestar.
Aunque les cuenten que son franceses, aunque lean que nacieron en Vietnam o en el Reino Unido, no es del todo cierto, pertenecen a un mundo donde la realidad es un sueño y los sueños se hacen reales en forma de canciones, el mundo al que nunca regresó Robyn Hitchcock cuando saliera junto a sus Soft Boys, el mismo del que vinieron los Gorky's Zygotic Mynci, donde los búfalos son la religión oficial y la principal adicción.
“Some have chocolate
others have Jesus
some have Buddhas
and we have buffaloes”
"Jimmy" me los descubrió, hace ya casi cuatro años. Su nueva entrega, "The Missing Room", confirma que han decidido quedarse entre nosotros sin perder las señas de identidad que se trajeron como equipaje al emprender su particular aventura. Acústicas, violines, banjo, acordeón, dobro, contrabajo, armónica, slide… y la VOZ, la de Rosemary Stanley, una soprano haciendo rock, convierten en magia lo que en otras manos sonaría country, folk o americana.others have Jesus
some have Buddhas
and we have buffaloes”
Demasiado simple, demasiado bonito y yo, de verdad, no se como clasificarlo.
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