miércoles, 8 de junio de 2011

Ron Sexsmith – Other Songs. Una nueva oportunidad

¿A quién no le ha sucedido que conoces a una persona, pero no es el momento ni el lugar? ¿Quién no se ha dejado abrazar por alguien que tiempo atrás, en un primer encuentro, a penas logró captar nuestra atención? Y no se trata de que ese alguien haya ganado con el tiempo en belleza o interés, seguramente seamos nosotros los que hemos madurado, mirando con diferentes ojos lo que siempre estuvo ahí.
Nunca es tarde, la vida nos suele conceder una segunda oportunidad, a veces más. A mí me la ha dado y Ron Sexsmith me ha conquistado, esta vez sí.

Finalizando el presente mes volverá a Bilbao, con banda, -¡con banda! (me dicen desde la Land, por si tenía intención de dejarlo pasar). Esta vez sí, este es el año en que me subo a todos los trenes que la vida me pone por delante y la noche del 29 de junio quería presentarle mis respetos, pedir disculpas por no haberle hecho mucho caso anteriormente y mi admiración por unas canciones que no había sabido apreciar en su verdadera medida hasta que la insistencia de Joserra -¿pero, no te gusta Tim Hardin?, me hizo darle otra oportunidad (en realidad la oportunidad me la di yo, claro que me gusta Tim Hardin).

Me acerqué al canadiense (algo tiene que haber en esta tierra: Arcade fire, Destroyer, Twilight Hotel… por no citar a Leonard Cohen o Joni Mitchell) por primera vez, empujado por las excelentes críticas y alguna que otra reseña publicada en las revistas especializadas. No recuerdo que fuera todavía ciudadano del mundo internauta (lo digo por las descargas, ya saben, escuchar antes de comprar), así que “Cobblestone Runway” formo parte de mi discoteca unos meses después. Sencillamente: no estaba preparado. Me imagino entonces como a un adolescente (sólo me lo imagino) que no quiere más que flirtear y, tras una breve relación con el álbum, decidí cortar sin más. Nadie me pidió explicaciones, tampoco hubiera sabido qué decir: argumentar que no me gustaba esa voz hubiera sido la salida más fácil, pero no era del todo verdad; sencillamente... no estaba preparado.

Mucho tiempo después, he madurado y mis gustos han mejorado (al menos eso creo yo). “Exit Strategy of the Soul” llegó a unos oídos mucho mejor educados, los míos, y me ha hecho apreciar en trabajos pasados toda esa belleza que en nuestro primer encuentro no supe ver. Eso sucedía hace sólo unos pocos meses. Ahora esa voz temblorosa le hace temblar a quien esto escribe.

Su último trabajo, “Long Player Late Bloomer”, no ha recibido las críticas tan favorables de antaño, pero a mí me gusta, ¿qué pasa?, ¿demasiado azúcar?, ¿es que el reconocido entre sus semejantes como mejor compositor de los últimos años no tiene derecho a ganarse la vida con sus canciones? Pues a mí me gusta, POP con mayúsculas, precioso, delicado, brillante..., pero no voy a hablar de su último trabajo porque finalmente fue “Other Songs”, el que me hizo perder el juicio, o quizás recuperarlo, cautivado, rendido, postrado a sus pies, arrodillado pidiendo perdón. Y éste data de 1997, la vida y sus oportunidades.

Entre mis discos favoritos suelo nombrar el “Acadie” de Daniel Lanois, un álbum que posee una magia que lo hace especial, un disco con espíritu, algo difícil de conseguir y de describir, algo que va más allá de las canciones.

Reconozco haber comprado el álbum cuando siendo un chavalillo estaba obsesionado con U2, con su “Joshua Tree” más concretamente. Daniel Lanois era uno de sus productores, así que fue ver su disco y comprarlo sin más, a ciegas (menos mal que con Eno no hice lo propio). Escucha tras escucha, esa magia me envolvió y desde entonces (hace más de 20 años) recurro a él cuando necesito un poco de paz. “Other Songs” ha reproducido en mí las sensaciones vividas entonces. Daniel Lanois está tras los controles y su magia vuelve a manifestarse en un disco con espíritu que, esta vez, fluye a través de las composiciones de Ron Sexsmith.

Quedan unos pocos días, y cuando le toque el turno a una de las joyas de su última entrega, que les repito suena como un regalo para los oídos, ¡maravilloso!, será de esas veces que te crees el autor y el protagonista de la letra. ¿Saben lo que se siente cuando se está enamorado?, ¿sí?, ¿cómo si fuera la primera vez? Ya les digo que la vida da oportunidades. Nos vemos con UNO DE LOS GRANDES.


In every nowhere town
There are somewhere dreams
Patiently holding out
To grab the brass ring
To see their dream come true
Sends a spark
Through dark end of the mind
'Til light appears in happy tears
That's where my love shines

If we've disquiet in mind
There are silent days
To see ourselves defined
By all we embrace
And I long to hold you
With all my might
Through the night our hopes combine
To ignite our eyes like fireflies
That's when our love shines
Our love shines

In every nowhere town
There are somewhere dreams
Gracefully reaching out
To pull love's strings
I've seen what love can do
I understand
It's like the candle glowing in the wine
It fills a heart with silver stars
That's where my love shines

When light appears in happy tears
That's where my love shines
My love shines

My love shines

1 comentario:

  1. Nos veremos...claro que nos veremos con UNO DE LOS GRANDES Coco.
    Thinkin´out loud es de esas de isla desierta...una joya delicada.Hay tanta humanidad y verdad en las canciones de Ron...Tim Hardin, you know...
    UN ABRAZO

    ResponderEliminar