Con esta preciosidad comienza "The Graduation Ceremony". Una caricia, suave pero penetrante, la puerta de entrada a un álbum y, para quien aún no lo conozca, a un mundo atrayentemente extraño:
Esta vez sí. La conclusión, la sensación, que te deja la escucha completa de la nueva entrega discográfica de Joseph Arthur, el músico, el pintor, el poeta, el inquieto creador, el prolífico autor de canciones, en solitario o con The Lonely Astronauts y, no teniendo suficiente, también como la tercera parte (por tener el apellido menos ilustre) de Fistful of Mercy de la mano de Ben Harper y Dhani Harrison.
Hace mucho que perdí la cuenta, y creo que él también, de la cantidad de discos, eps, singles, directos y recopilatorios de rarezas oficiales o piratas, que recogen su particular manera de ver las cosas: siempre como un sueño, a veces como una pesadilla. Posiblemente esta incontinencia creadora, donde la sensibilidad y la experimentación equilibran la balanza de sus colecciones de canciones, ha impedido que el éxito llame a su puerta más allá de la visita fugaz de “In the sun”, la canción que todo el mundo ha escuchado sin conocer ni reconocer a su autor.
Pero esta vez sí. Como si hubiera decidido dejar de publicar dobles blancos, le toca el turno a su Revolver (aunque sólo sea una forma de hablar, que nadie busque paralelismos más allá). Lo hace tras casi seis años sin que su nombre sea el único responsable del proyecto, no por eso, sin dejar de rodearse de amigos que le echen una mano, un par de ellas en el caso del batería Jim Keltner, y una voz, la de Liz Phair, el femenino complemento al falsete más adorable del rock (salvando a Bon Iver para las almas torturadas). La magia de sus textos está más presente que nunca; sus pinturas, ilustrando cada tema, tan tenebrosamente bellas como siempre; la música, más cautivadora que nunca. Quizá sea su álbum más introspectivo y delicado, seguro que su elección de canciones más meditada, más amable que no complaciente, más apta para todos los públicos pero reservada para paladares exquisitos.
Peter Gabriel lo descubrió, y en su discográfica aprendió a caminar; Michael Stipe se lo llevó de gira con R.E.M., y con la excusa del Katrina regrabó “In the sun”; Yo hace tiempo que elegí pasarme de vez en cuando por su mundo, para el resto quizá nunca deje de ser una cara más entre la multitud.
Esto suena delicioso. Me ha encantado.
ResponderEliminarSaludos
Creo que se podía intuir en los ultimos tiempos que nos iba a llegar a hacer un regalo como la ceremonia de graduación , una deliciosa delicatessen ; lo estoy disfrutando a tope este mes ; lástima , pasé varias tardes la semana pasada en Santoña y podiamos habernos conocido y haber hablado de Joseph Arthur y de otros en los que coincidimos ; otra vez será.
ResponderEliminarMe permito una recomendación , un grupo llamado Siskiyou , sonará tambien en tu cabeza ...
Saludos
Gran disco de un gran artista.
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