Pero segundas partes nunca fueron buenas. El lugar, desde luego, no era el más adecuado. Un músico de la talla de Chuck Prophet se merece tocar en una sala como Dios manda y no en el salón de recreo y bar del campus universitario, donde a los estudiantes, a los que se supone menores de 30 años, se la trae “al pairo” si viene un músico americano a visitar la ciudad. Han cambiado mucho los tiempos, y no es que yo corriese detrás de los grises, pero si en mi etapa de estudiante (breve) un músico visitaba la universidad, el lleno estaba garantizado.
Hablemos de música. Cuatro son los Mission Express que arroparon al jefe Chuck: Stephanie Finch (teclados, guitarra y voz), Kevin T. White (bajo), Todd Roper (batería y coros) y James DePrato (guitarras). Una introducción instrumental los situa sobre el escenario y “Sonny Liston’s Blues”, la canción que abre su último álbum, suena como el perfecto trallazo que es para comenzar una tarde de rock; “Balinese Dancer” justifica por sí sola el viaje desde Santoña, rescatada de su segundo álbum allá por 1992, es un homenaje a sus “Old fans”; “You Been Gone” cuenta con los coros de Stephanie, siempre preciosa (pueden elegir: la canción o la cantante), pero sale perdiendo con respecto a su versión acústica del pasado lunes; y lo mismo le ocurre a “For You”, la cover del Boss que solo con su guitarra sonó mucho mas salvaje; “Hot Talk” sí que les queda bien, me dan hasta ganas de bailar (ja!), y es que este tema debería sonar en todas las discotecas del planeta, en serio; “Queen Bee”, de su primer álbum, convierte por unos instantes a nuestros protagonistas en Nancy Sinatra y Lee Hazleewood, una canción sobre el pecado y la redención que me traslada a Santoña en el 2005, posiblemente lo tenga idealizado pero entonces tuvo mucho más de pecado que de redención; y tras la aportación estelar de Stephanie interpretando “Don’t back out now”, llega el turno de “¡Let Freedom Ring!”, hecha para el directo, gana muchos enteros con el grupo al completo y con Chuck luciéndose como uno de los mejores guitarristas que haya visto nunca; pero lo que nadie se esperaba es que nos dijeran adiós tan prematuramente. A la vuelta, tras unos tímidos aplausos, “Bangkok” (de Alex Chilton) pone punto final. Da la sensación de que Prophet se ha mosqueado, antes de retirarse, con gesto de enfado, coge el tracklist del suelo, lo dobla y se lo guarda en el bolsillo, quizás haya sido por la gente que no sabe a qué ha venido y no ha parado de hablar durante todo el show, quizás el lugar, quizás su voz (en más de una ocasión hace uso de un spray para "singers"), ¿quién sabe?
Yo le robo su listado a Stephanie y descubro que tenían preparado un set acústico (de hecho, su maltrecha guitarra estaba presente, pero no fue utilizada) y descubro que se han saltado “Holding On” y que tenían previsto finalizar con “You Did”, pero...
No merece la pena lamentarse por lo que pudo haber sido, hubo momentos buenos, muy buenos, viejas canciones ricas como un buen reserva, nuevas canciones que ganan mucho en directo y, sobre el escenario, un gran guitarrista, un gran músico, admirado y citado por muchos de los que tienen sus manos impresas en el Rock’n’Roll Hall of Fame. Y lo mejor, estuvo Stephanie, nos cautivó y, tal como sucediera hace cinco años, su marido no dejó de mirarla durante todo el concierto, de sonreírle, de hablarle al oído, y nos hizo ver que estos dos todavía se quieren, y mucho.
Aun enfadado, pero algo más relajado después de que Joserra le recordara aquellos discos que le regaló hace cinco años y lo que Lucinda Williams piensa de él, nos estrechó la mano, se acordó del puerto de Santoña y nos agradeció el habernos tragado un montón de kilómetros sólo por verle. Stephanie me dedicó su disco (y una sonrisa) y las malas vibraciones fueron arrastradas por la lluvia que nos saludó al salir de pabellón.
P.D. Y lo mejor, mejor, mejor: lo mejor de 2001, lo mejor de 2002, lo mejor de 2003, lo mejor de 2004, lo mejor de 2005, lo mejor de 2006, lo mejor de 2007, lo mejor de 2008... me siento como el custodio de las grabaciones de los Beatles en Abbey Road.
Oh my God... take good care of "my children"...jejeje.Me has dejado en pelotas, esos son como mis álbunes de fotos...2005,2005,2005 ahí me salí...jajajja.Ya te contaré porque 2005 fue un año tan especial...
ResponderEliminarUn abrazo y efectivamente, lo cuentas como fue...aunque creo te olvidas de dos más al menos, por la emoción y de las mejores "I bow down and pray to everywoman I see" con arrodille del rubio incluido y un "Dying all Young" irreconocible y potente, quitados sus tintes raps del estudio...
Salimos para Bilbao con la "Violeta" y descubrimos que de noche crece, crece y crece...hasta donde llegará? Vaya Usted a saber, me da hasta miedo.
Anda y ahora recuerdo..."Goodtime Crowd" también la toco...para intentar el cambio de esa "Chungatime Crowd" que allí estaba presente, en su mayoría...
ResponderEliminarOsea que fue más generoso de lo que parece...
Tienes razón, "I bow down and prey..." fue una pasada, se marcó un rap en clave de rock, casi como si de un predicador se tratara, trasportándose a Tulsa, ambriento y sediento, con intención de arrodillarse (lo cual hizo literalmente) y rogarle, rezarle a cada mujer que viese. Y creo que con esta canción comienza el "mosqueo" porque tiene que ser duro, con la performance que se montó, observar que la gente está a lo suyo (mismamente el partido del Barca).
ResponderEliminar"Dying all young", efectivamente, potente e irreconocible desprovista de la parte rapeada.
"Goodtime Crowd", tan inocente y tan pop (con esos coros de Stephanie) y que terminó como el rosario de la aurora, en todo un duelo con su joven guitarrista.
Y también cayeron "Just to see you smile" (´que me gustó más en Bilbao) y "Storm across the sea". Al final me parece que 15 o 16.
Cualquiera que lea esto puede pensar ¿qué más queréis? Es que yo creo que para el set acústico tenía guardadas "Summertime Thing" y "Barely Exist".
Agridulce.