domingo, 18 de abril de 2010

Flirted with you all my life

Esto debería haber sido escrito hace una semana, pero hace una semana no tenía ganas de escribir. Malas rachas en las que a uno le gusta regocijarse en su propia mierda. No intentas salir del bache porque no quieres salir del bache, como si la mente necesitara de un tiempo de sufrimiento y reflexión. ¿Los motivos? ¿Quién necesita un motivo?
El caso es que en esos días la música es el mejor de los refugios, la terapia perfecta. Venga, no quiero engañar a nadie, la música siempre me acompaña, en los buenos y en los malos momentos y, a veces, incluso las mismas canciones que nos emocionan cuando brilla el sol, nos hacen retorcernos de dolor en la oscuridad.
La receta es bien sencilla: Tindersticks, Cowboy Junkies, Mazzy Star, The Blue Nile, Morphine, Leonard Cohen y una dosis de Dylan, que nunca viene mal. Si el bache es profundo: Nick Drake, Elliott Smith y, últimamente, Vic Chesnutt. Al final siempre acaban sonando en mi reproductor los grandes perdedores (hasta el punto de que la mayoría se quitaron de en medio para dejar de sufrir). ¡Ojo! Que nadie se alarme, yo le tengo mucho apego a la vida, y a unas personitas por las que merece la pena llegar a viejo. Como decía, Vic Chesnutt, entre otros, fue protagonista la semana pasada. En el momento de su muerte, quien esto suscribe no tenía un blog, intención, ni idea de como hacerlo, así que, el día siguiente a la Navidad del pasado año, mi homenaje particular al genio de Vic consistió en escoger un buen puñado de sus canciones, pulsar el play, lamentarme porque de su pluma ya no brotarán más sentimientos y agradecerle el habernos legado decenas de emociones de cuatro minutos de duración.

El temporal ha pasado (el concierto de John Tirado ayudó lo suyo), ya no odio al mundo entero, ahora sólo estoy de mala hostia porque mientras escribo esto debería estar viendo a Chuck Prophet. El Reality Tour de David Bowie (otro que me perdí por cancelar en Bilbao) suena de fondo; con la perspectiva del mal trago superado me pongo a confeccionar un recopilatorio de canciones de los artistas que me acompañaron hace unos días, y en ese setlist particular para los momentos grises, figura en lugar destacado una de las últimas composiciones, la última mentira grabada por Chesnutt: “Flirted with You All My Life”, recogida en “At the Cut” (2009).
Desde que con 18 años un accidente de tráfico paralizó la mitad de su cuerpo, la depresión y la idea del suicidio lucharon hasta ganarle la partida. Su forma de cantar, retorciéndose literalmente en su silla de ruedas, y su voz rota le hacían único, creíble. No te importaba que desafinase porque transmitía cinco veces más emoción que muchos cantantes dotados de voz pero carentes de alma.
Escuchar ahora la canción, sabiendo que nos engañaba, quizás que sólo se estaba engañando a sí mismo, y conocer el desenlace final....
La forma que tiene de gritar, de aullar, que no está preparado para morir, tiene lugar tan sólo un mes antes de quitarse la vida:

I am a man
I am self-aware
And everywhere I go
You're always right there with me

I've flirted with you all my life
Even kissed you once or twice
And to this day I swear it was nice
But clearly I was not ready

When you touched a friend of mine
I thought I would lose my mind
But I found out with time that
really I was not ready, no no

Oh, Death
Oh, Death
Oh, Death
Really, I'm not ready

Oh, Death you hector me
Decimate those dear to me
Tease me with your sweet release
You are cruel and you are constant

When my mom was cancer sick
She fought but then succumb to it
But you made her beg for it
Lord Jesus, please I'm ready.

Oh, Death
Oh, Death
Oh, Death
Really, I'm not ready
Soy un hombre
Estoy en mi juicio
Y allá donde vaya
Siempre estás ahí conmigo

He flirteado contigo toda mi vida
Incluso te besé una o dos veces
Y hoy es el día que juro que fue agradable
Pero claramente no estaba listo

Cuando tocaste a un amigo
Pensé que perdería la cabeza
Pero descubrí con el tiempo que
realmente no estaba listo, no no

Oh, muerte
Oh, muerte
Oh, muerte
Realmente, no estoy listo

Oh, muerte tú me sometes
Diezmas a mis seres queridos
Te burlas con tu dulce liberación
Eres cruel y constante

Cuando mi mamá estaba enferma de cáncer
Ella luchó pero entonces sucumbió
Pero hiciste que rogara por ello
Señor Jesús, por favor, estoy lista.

Oh, muerte
Oh, muerte
Oh, muerte
Realmente, no estoy listo

2 comentarios:

  1. Puede ver este hombre en Madrid en directo y aun resuenan en mi cabeza aquellos cantos llenos de intendidad.Sali de alli maravillado,acababa dever el mismo año a Tom Waits y te aseguro que Vic le hacia mucha sombra.
    D.E.P alli donde este.
    Un saludo

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  2. He pasado la tarde escuchando y viendo los videos que nos regalas,a la par que leyendo las sensaciones con que los acompañas.Todo tu blog es el recorrido por un itinerario sonoro delicioso.Cualquiera de las entradas dan para darte mas de un comentario elogioso..pero yo, esta tarde me quedo con este tal VIC.Envolvente,desgarrador,voz y letra de un profundo quejido en la antesala de la muerte.
    Eres muy grande tu también,coco.

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