Gracias a ese café, y a la lluvia que arrecia al otro lado de los cristales, Rocky Votolato ha tenido estos días más protagonismo del que se le supondría a un álbum como “True Devotion” con la llegada de la primavera. En realidad es el disco perfecto, íntimo y crudo, pero con un poso de optimismo, el mismo que te hace pensar que mañana volverá a lucir el sol.
Y la culpa de que “True devotion” haya ocupado mis últimas tardes la ha tenido el concierto del pasado viernes. Un disco que no había escuchado con la suficiente atención, pero que un diálogo robado al viento me hizo redescubrir. En los instantes previos al concierto de Dayna Kurtz, tras buscarme un hueco en la tercera fila, y mientras me repetía: -“voy a disfrutar de la mejor voz que nunca haya oído sobre un escenario”, escuchaba (sin querer) la conversación de quienes estaban sentados detrás de mí. No soy especialmente curioso pero, muchas veces, la soledad te hace reparar en personas, conversaciones o situaciones a las que no habrías prestado ninguna atención de haber tenido alguien con quien hablar, o simplemente a quien mirar:
–“...tienes que escuchar a Rocky Votolato”
–“¿Rocky Votolato?, ¿y quién es Rocky Votolato?”
– “No te procupes, la verdad es que nadie lo conoce...”
Estuve a punto de girarme y decirles que yo lo conocía y, de paso, recomendarle al segundo de los interlocutores que hiciera caso a su amigo.
Tampoco es que yo lo siga desde el comienzo de su carrera (No es un recién llegado, lleva publicando discos en solitario desde 1999). Tan sólo hace tres o cuatro semanas, una recomendación de Roi, el capo de Ilike Magazine (revista de arte, música y literatura muy recomendable), y a quien conocí a través de este blog, me puso sobre la pista.
Una guitarra, una gran voz y poco más. ¿Hace falta más? Das un golpe de ratón, dos palabras en el Google y aparecen varios centenares, quizá más, de cantautores. Todos tienen historias que contar, todos son auténticos y, seguramente, tienen detrás una hoja promocional que lo cuenta con todo lujo de detalles. Pero esta vez es verdad, esta vez menos es más: una guitarra, una gran voz y poco más, no le hace falta nada más.
Los diez temas de “True devotion” se nos muestran prácticamente desnudos: una tímida batería, una armónica o un cello, son toda la vestimenta añadida de unas canciones que ganan con cada escucha, y no es que les descubras nuevos matices, es que cuanto más las escuchas más te emocionan.
Es posible que la lluvia y mi estado de ánimo hayan contribuido para dejarme atrapar por este disco, pero el diálogo arriba referido se repetirá conmigo de protagonista (lo jodido será encontrar a quien me escuche).
Tras “Lucky clover coin”, “Fragments” ya te pone en alerta, no se trata de otro disco más, este tío tiene cosas que decir y sabe como hacerlo. Con lo justo. Resulta inevitable no pensar en Elliott Smith, “Sparklers” parece salida de su cancionero, y también me viene a la memoria un artista recientemente comentado por estos lares, Josh Ritter. “Red River” y “Sun Devil” son las dos únicas del lote que se visten para la ocasión, las dos únicas donde la batería aparece sin reparos (incluso el piano en la segunda), dos singles en nuestra particular emisora de irrealidad. El resto se nos muestra casi tal cual fueron concebidas, apenas una armónica (en “Instrument”), alguna que otra guitarra y el cello con el que se abre “Lucky clover coin” y se cierra “Where we started”.
Everything is right, Everything is wrong
Sparklers only burn for so long
I’m a pendulum that swings
Trapped in the disappearing
Of a setting sun, the moonlight at dawn
A book of matches burning in its own reflection
Everything is right, Everything is wrong
Letting go is the best way to hold on
So watch the light dance in the dark until it’s gone
Sparklers only burn for so long
Todo está bien, todo está mal
Las bengalas sólo arden durante mucho tiempo
Yo soy un péndulo que oscila
Atrapado en la desaparición
De una puesta de sol, la luz de la luna al amanecer
Un libro de cerillas que se quema en su propia reflexión
Todo está bien, todo está mal
Avanzar es la mejor manera de permanecer
luego, observa la danza de la luz en la oscuridad hasta desaparecer
Las bengalas sólo arden durante mucho tiempo.
Gracias por la recomendación Roi.
Coco majo...tomo nota ...desconocía a este chaval pero ya me gusta, como te puedes imaginar.Sabes quien me gusta mucho...Nicolai Dunger que creo acaba de sacar un disco...yo tengo uno de él que bastante acojonante...un aire astral weeks...es escandinavo como mi adorado Sondre Lerche que aunque un poco Ryan Adams (irregular) tiene dos discos, tres para mi de cabecera.
ResponderEliminarMe ha recordado a Nicolai, este Rocky.
Bien por tu come back!
Sabes Coco he pillado dos entradas para Eels en Barna ( septiembre) No puedo esperar más y nos lo vamos a plantear de fin de semana de "novios" porque toca un viernes...Cris, es uno de la docena que he conseguido que ella adore.
Estoy emocionado, además el día de mi cumple saca su nuevo disco...
2010 el año!
Nota: el texto de la canción es dylaniano a tope...jajaja.
Pues aunque yo tampoco me he girado, también te he escuchado en la fila de delante y tomo nota. Buen post, como siempre
ResponderEliminarTiene muy buena pinta , seguiré su pista, gracias.
ResponderEliminarCoco, voy a estar en Ajo durante la 2ª quincena de Agosto; me gustaria saber , si puedes , si hay algún concierto recomendable por allí. Saludos.
En la segunda quincena de agosto, como en la primera, salvo sorpresa, no hay nada.
ResponderEliminarComo mucho, actuaciones en algun pub los viernes, pero eso va saliendo sobre la marcha. No obstante si hubiera algo que merezca la pena, haré publicidad.
Las canciones, también, me gustan desnudas. Me ha gustado mucho Rocky. No tenía ni idea . Como Jesús, le seguiré la pista.¡Qué envidia tantas posibilidades de conciertos por allí arriba! Nosotros muy poquitos, pero... en Julio vienen dos reyes : el de América, Mr. Costello y Lady Patti (viejos conocidos vuestros pero totalmente desconocidos "live" para nos).Magnífico post,Coco.Un abrazo.
ResponderEliminar