viernes, 21 de mayo de 2010

Mumford & Sons – Sigh No More

El último descubrimiento que me gustaría compartir (con los cuatro que me leen) lo firman Mumford & Sons. Como casi siempre, llego un pelín tarde, pues al parecer, los londinenses ya gozan de cierto éxito y el reconocimiento en su país (por supuesto en el ámbito en el que nos movemos musicalmente por este blog). En realidad el disco fue publicado el pasado año en el Reino Unido, pero el resto del mundo hemos sabido de su existencia en el presente.
Tres son las principales señas de identidad de un grupo, de un álbum, que me ha atrapado en los últimos días, y que con el permiso de Barzin y The National, de Amigos Imaginarios (el viernes en el Cafe de las Artes) y de Josh Ritter y Band of Horses se ha convertido en el Nº. 1 de mi reproductor:
- La voz de Marcus Mumford. Surge de las tripas. Pertenece a ese tipo de cantantes a los que apenas les hace falta vocalizar con los labios, porque lo hacen con el estómago. Apasionado hasta extremos dolorosos, emociona, transmite.
- Una instrumentación absolutamente tradicional, donde las cuerdas, las guitarras acústicas y, muy especialmente, el banjo, son los principales protagonistas.
- La estructura “en crescendo” de las canciones, donde contrabajo, batería y banjo, sobre todo el banjo, levantan los temas casi hasta tocar el cielo. Hacen uso de unas armonías vocales que recuerdan a unos Fleet Foxes mucho más terrenales, y cuando el tema lo requiere, se apoyan en violines (“Sigh no more”, “White blank page”), trompetas (“Winter winds”, “The Cave”) o el piano (“Thistle and weeds”, “Dust bowl dance”).

Nacidos en Londres hace un par de años y metidos en el ambiguo saco del indie-folk-rock, a pesar de los instrumentos utilizados, a pesar de la influencia irlandesa que desprenden algunas canciones (“Roll away your stone”), a pesar del aire country que desprende el álbum entero, el resultado final no puede ser catalogado en ningún estilo y pudiera serlo en todos. El resultado final es un disco que le debe tanto a The Band como a Arcade Fire, y que pudiera descansar junto a los de Bruce Springsteen sin que nadie se lleve las manos a la cabeza.
Un disco que descubrí hace un par de semanas y que con temas como “White blank page”, que lentamente te atrapa hasta estallarte en las entrañas; como “Timshel”, la pieza más folk y delicada; como “Awake my soul”, preciosa; o como “Dust bowl dance”, la más épica y arrebatadora; se ha hecho un hueco para siempre entre mis favoritos.

6 comentarios:

  1. Fantástico descubrimiento, Coco. Me recuerdan (sin comparar) a The men they couldn´t hang y hasta a The Clash por la fuerza que tienen. Muy buenos los dos temas pero el directo es pura dinamita.Intentaré encontrar el disco. ¡Qué manera de vocalizar el tal Marcus! A los cuatro que te leemos nos has dado una alegría.

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  2. tampoco creas que te leen tan pocos...

    saludos.

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  3. otro que te lee . He oido el disco un par de veces y tiene buena pinta . Saludos

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  4. Veo gente nueva por estos lares, la nómina se amplia y me alegro. He de confesar que no me atrevo a poner el contador de entradas.
    Muy buen ojo, Paco (y buen oído también), The men they couldn´t hang es una buena referencia para situar a los Mumford, aunque estos últimos sean menos tradicionales y menos punk, a la vez. Y los Clash, son los Clash, su impronta es tan importante como la de The Beatles para muchos grupos de las islas.
    Un abrazo a todos!

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  5. linda linda la reseña de estos tipos, justo los escuche en una serie y termine acá mientras buscaba información.
    me dio gracia eso de que te leen cuatro personas, ahora vos contame no mas, ponele cinco al próximo...
    un abrazo

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  6. Me encantó lo que has escrito de este grupo, los escuché ayer por primera vez gracias a una primita adolescente que tiene mucha sed musical y que se dedica a descubrir "joyas" como esta. Hoy me he puesto a investigar y me he encontrado con tu blog, antes ciego que sordo, que ha despertado mi interés desde esta reflexión. Me has hecho pensar que antes ciega que sorda, gracias! Un saludo desde Canarias y no te desanimes, ya somos seis los que te leemos.

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